Category Archives: por andar de existencialista

Un tipo sencillo…

Ese soy yo, un tipo sencillo

Un tipo sencillo que regaña, grita y putea, que se enferma,  tose y escupe.

Un tipo sencillo que tiene días malos, días buenos y días de puta madre…

Un tipo sencillo sin pretensiones tan elevadas como cambiar el mundo o descubrir América, mis pretensiones son tan simples como retratar el día a día, la cotidianidad, y dejar constancia de ello.

Un tipo sencillo con ideas buenas y cercanas, con odios y amores, con filias y fobias, con quereres y distancias.

Un tipo sencillo con un credo personal tan simple como efectivo, tan enigmático como inexplicable.

Simple y sencillo de toda la vida, amigo del cocinero y del doctor, quizás porque yo mismo soy fui cocinero y soy seré -ni idea cuando- doctor y el estar de cada lado me ha enseñado que al final todos somos seres humanos que reímos, lloramos y vivimos la vida.

Tan sencillo soy que no me gusta la plata, no tengo alma de comerciante aunque eso vaya en contra de mis dotes de culebrero, la plata para mi es y será siempre un medio, nunca un fin.

Soy un tipo sencillo, de pensamientos sencillos pero que tarde o temprano tiene que darse cuenta que no, no es un tipo sencillo, no es un tipo simple, no es un tipo cualquiera…

 

Ganas, sólo ganas…

La hoja en blanco, el síndrome de la hoja en blanco no existe hace rato, al menos para mi, no es sino sentarse a escribir y las palabras, afortunadas o no, van saliendo una detrás de otras, qué digan al final no es relevante es usar simplemente la escritura como una vía cualquiera de catarsis.

Catarsis, que palabras más raras usa uno cuando lee de más.

Hace rato vengo con ganas de escribir nuevamente, de dejar volar la imaginación, de tejer palabra por palabra, frase por frase, pensamiento por pensamiento nuevas ideas, fragmentos y realidades.

Pero pasa lo de siempre, me dejo ganar por la cotidianidad, por el trabajo, por los videos, por cualquier excusa valida o no valida que se me pueda ocurrir y que no es más que un autoengaño. No escribo porque no quiero. Punto.

Tengo cosas que contar, muchas, hay miles de pensamientos dando vueltas estos dìas en mi cabeza, trabajo, proyectos, relaciones, quereres, distancias, cercanías, historias,  tantas cosas por narrar que al final se quedan en puras notas escritas de rápidez en una servilleta.

Sonará extraño pero no tengo una herramienta favorita  la hora de escribir, a veces escribo en mi libreta de notas, otras veces se me ocurre una idea a destiempo y termina anotada en mi celular y que decir de todas aquellas historias que he empezado a escribir en cualquiera de los muchos papeles, tarjetas , tiquetes de la compra, saldos del banco y demás extraños adminículos que guardo en mi billetera.

Esta manera de escribir, impulsiva, desesperada, a cuenta gotas me lleva a veces a preguntarme qué hay detrás de todas las letras que escribo  día si y día también, es fácil entender que es simplemente una búsqueda constante de ese YO que está oculto, agazapado, esperando salir a flote, una manera de auto reconocimiento que me permite explorar cada una de las facetas de la vida diaria, de mi cabeza, de mi sentir…

Al final escribo y no escribo, hago tiros al aire, me quejo, pero no escribo nada de nada, se queda todo en ganas, sólo ganas de escribir, de expresarme y de sentir.

 

Adiós Cata…

La muerte, ¿qué es la muerte?

Carajo, tremenda pregunta para un domingo en la mañana.

Ayer, cerrando batalla de flores, con la emoción y la alegría del que todo el día ha bailado de acá para allá me encontré con la triste noticia de que Catalina, Doña Caypa,  mi bisabuela había muerto en horas de la mañana en Santa Marta.

Se veía venir, ya tenía casi 95 años y un par de enfermedades desde el año pasado la habían tenido bastante mal, un par de veces yo le había dicho a mi mamá que creía que de este año no pasaba y hasta mi abuelo le mamaba gallo a cada rato con eso.

Pero era eso, mamadera de gallo, con sus cuentos, con su genio, con sus todo la queríamos y no, no es que no haya muerto malo sino que Doña Caypa con 95 ruedas en el aire todavía tenía energía para todo y su muerte nos deja con mucha tristeza.

Me queda en la cabeza la imagen de la última vez que la vi, en enero de este año, en el restaurante en el que estábamos y en donde para variar la cogí de mi cuenta y le fregué la paciencia un buen rato, mientras ella con esa sonrisa de complicidad que siempre tenía para conmigo sólo respingaba la boca.

Me quedo con las ganas de escribir algo más bonito para cata, algo más inspirado, algo más para su recuerdo pero la verdad no tengo palabras, no tengo inspiración no tengo nada de nada…

Lo que más me duele es no haber podido grabarla contándome sus cuentos como quise hacer a principios de este año. Como le prometí que haría la siguiente vez que fuera a Santa Marta.

La vida sigue… muchos ánimos para todos, muchos ánimos Ayda, Silvia, Orlando, Thite, Alvarito, todos…

Seguro allá en el cielo se encontrará con Jackie y desde allá seguirán cuidándonos, bendiciéndonos y mandándonos su mejor energía.

Un beso grande Cata, buen viaje…

 

365 días (de vuelta a Colombia)

La vida cambia de un segundo al otro, esa es una de esas frases clichés que escuchamos una y otra vez  a lo largo de este viaje que llaman vida.

Pero cambia…

Hace un año, un año justo, corté las cuerdas del paracaídas en Barcelona, mire hacia abajo y me tiré en picada, sin casi pensarlo, sin hacer un plan a mediano plazo ni  nada por el estilo, simplemente dejándome llevar por los instintos y la idea de que los cambios son necesarios pues nos refrescan y nos permiten mirar las cosas desde otra perspectiva.

Fue una buena decisión aceptar esa oferta. Este ha sido un año interesante, magnifico, debo decir con el corazón en la  mano que ha sido uno de los mejores años de mi vida adulta en muchos sentidos, en todos los sentidos, claro que siempre faltan cosas pero creo que esa es parte de la sal de la vida pues si todo estuviera solucionado no sé qué haríamos en el siguiente movimiento de las piezas de este interesante y largo juego…

A veces me siento a divagar y empiezan a pasar por mi cabeza, en cámara rápida, recuerdos, imágenes, de todas las cosas que he conseguido hacer este año y me parece increíble que todo se haya hecho en “tan sólo” 1 año, pero hay que ver que rinde y rinde que da gusto…

No puedo decir que esté todavía al cien por cien en Barranquilla, mi mente todavía vuela a Barcelona y recuerda mucho, cosas, espacios, personas y sobre todo sensaciones y sentimientos, todas estas mezcladas en un gran sueño que casi siempre parla una mica de catalá pero sueña con Macondo…

No ha sido fácil, nadie dijo que lo sería, aun así, a costa del día a día ya me siento jugando nuevamente de local aunque, para que negarlo, a veces no pueda evitar la sensación de sentirme un visitante. Supongo que mi experiencia viviendo en España tantos años no permitirá nunca que mi mirada sea la misma, es una parte de mi y quedaran ahí siempre: experiencias, recuerdos, ideas, personas, todo…

Hace rato vengo diciendo que -casi sin dudarlo- acá estoy y acá me quedo, con eso me refiero a Colombia, no sé si Barranquilla es el destino final, no lo sé ni lo tengo claro pero si sé que es el sitio que me permitió volver a mi país a hacer cosas, a soñar historias, a inventar proyectos y sobre todo a  vivir nuevamente con los míos, con mi gente y eso se lo agradezco enormemente.

365 (días) es un número tan repetido por mi estos días con la locura de los videos en que me metí, que ni me he tomado el trabajo de ver lo enorme de la cifra, es enorme, son un montón de días, cada uno con su cuento, cada uno con su rollo, cada uno con su historia.

Este año he aprendido muchas cosas, he aprendido (o estoy aprendiendo) a ser paciente, a trabajar en equipo, a dirigir, a ser más cercano con la gente, a mirar todo desde dos perspectivas distintas, a respetar las ideas ajenas, a no pensar sólo en mi, a ser menos egoísta, a delegar y dar responsabilidades a los demás, ser más confiado de mis capacidades y de las capacidades de los demás, que la pasión es el unico motor que mueve las cosas, el que nos deja soñar y soñar y sobre todo ha sido un año en el que me he dado cuenta de cuan fuerte fui en acciones pasadas y cuan fuerte puedo ser ahora.

No hay duda, en la vida real no tenemos guionistas que nos hagan decir siempre frases graciosas, ni un script que nos marque (o recuerde) los errores que cometemos… por eso hay  que seguir rodando porque es el camino el que nos permite decir esas frases o darnos cuenta de esos errores.

Hoy hace un año me despedí de muchas personas  y le di la bienvenida a otras, pero lo importante, lo verdaderamente importante es que quienes se merecen estar en mi linea de vida han seguido ahí, sin importar los 12 mil km y la distancia espacio-temporal, han seguido apoyando, haciendo soñar, persistiendo en su empeño de hacer parte de mi vida por siempre.

Hoy mientras escribo esto me tomo una(s) cerveza(s) domingueras, me levanto una y otra vez a la ventana a ver el cielo, cielo que hoy es barranquillero y que hace un año era barcelonés, miro al cielo, me concentro profundamente, alzo mi botella y brindo… por mi, por ti, por ustedes, por nosotros, por el año… por los que vienen.

Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto…
Ser un emigrante ese es mi deporte…
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte, sin transporte… a pie, con las patas… pero no importa este hombre se hidrata con lo que retratan mis pupilas…
Cargo con un par de paisajes en mi mochila, cargo con vitamina de clorofila, cargo con un rosario que me vigila… (Pal norte, Calle 13 FT Orishas)

 

Palabras al aire…

El texto que no escribimos , el video que no editamos, el libro que no leímos, la palabra que no dijimos, el beso que no mandamos, la sonrisa que negamos, la moneda que no ahorramos, los labios que no besamos, la cerveza que no tomamos, las fotos que no imprimimos, las miradas que no sostuvimos, los tropezones que no esquivamos …

Palabras al aire y sólo quedan tantas cosas hechas, tantas cosas sentidas, tantas cosas vividas, tantas cosas, tan fuertes cosas que sin pensarlo tienen más peso que los tantos “no”…

Fueron 20 días de descanso y relax mental, de retomar viejos hábitos y de dejar de lado, momentáneamente, otros, de dejar de pensar en horarios, de perder el tiempo sin sentir culpa alguna, de salir de fiesta hasta las tantas o de leer sin medida de tiempo disponible, de grabar, de inventar nuevos proyectos, de editar, de sacar tiempo para compartir con la familia, de reactivar amistades viejas y de inventarme nuevas.

Días de reapropiarme de mi espacio en Santa Marta aunque cada vez sea menor, de sentir que juego de visitante pero que nunca dejaré de ser local, de vivir y convivir, de aprender que mi casa es tu casa pero también nuestra casa, que somos seres sociales, de volver a pasar fechas especiales con la familia, de darme cuenta que la nostalgia  a veces magnifica los sentires, de entender que todos evolucionamos aunque la esencia, buena y mala, permanece, tantas cosas  que parece que hubiera sido más tiempo…

Es lunes festivo por la noche, ya estoy de nuevo en Barranquilla, mañana entro de nuevo al trabajo, no hay duda, mañana comienza otra vez todo, mañana con gran alegría me vuelvo a enfrentar a todo, al mundo real, a la cotidianidad, a mis imágenes, a mis fragmentos, a mis retos, a mis esperanzas, a mis ideas, a mi…

Empiezo con alegría, con energía, con las baterías recargadas, con mucho optimismo y mucha confianza en lo que se viene. Tantas ideas y tantos proyectos para el semestre que empieza que no caben en estas cortas, al menos pretendidas como tal, lineas.

Gracias por el descanso, gracias por los cambios, gracias por las bendiciones, gracias por esa fuerza… Gracias por todo.

Me queda en la cabeza dando vueltas esta frase:

fearsomely “Hagámonos nuevas preguntas en lugar de perseguir viejas respuestas.“*

Definitivamente, los domingos y los festivos en la noche me deberían prohibir escribir, se me sale el existencialista…

*(vía Manifesto Spoonch)

 

Un mal poeta…

Unas cuantas ideas dando vueltas en la cabeza, ideas simples y complicadas, ideas, ideas, ideas… La repetición es parte del éxito, una vez es un fallo tres veces es estilo…

Huele fuerte, a pintura mezclada con sol, es mediodía y hace mucho calor.

–    Vecino ¿mucho calor?
– me pregunta el obrero que pinta una reja bajo el canicular sol barranquillero mientras se protege por un rustico sombrero hecho de papel periódico.
–    Si ombe, mucho calor- le contesto  pero a ud. lo veo bien con su sombrero bien alón y pa’ remate le gusta el ron.

Ideas sin ton ni son, ideas cortadas con tijeras de papel, ideas buscando ser desarrolladas por un poeta de la imagen, de las palabras, de los sueños…

Todos llevamos un mal poeta por dentro…

La esencia, la maldita esencia, somos lo que somos, somos quienes somos y no quienes queremos ser, mutamos, evolucionamos, maduramos pero nuestra verdadera esencia, el sabor y olor que nos caracterizan y que nos hacen reconocibles no cambian nunca.

Me vino a la mente eso de “la verdad está en los ojos”…

Rema, rema, rema ligero Juan…

Un 7 de diciembre la alegría y la nostalgia se encontraron en una esquina, cada una cerveza águila en mano y farolitos en la otra. Se saludaron efusivamente como cada año.

Una le pregunto a la otra:

–    Mira Nostalgia  ¿y tu porqué siempre me sigues en estas fechas?
–    Pues porqué será querida Alegría, porque diciembre nos necesita, a ti, a mí, a nosotras

Es inevitable, la alegría viene siempre cargada de nostalgia, siempre se atraviesan pequeños fragmentos del pasado en estas fechas, más cuando esos fragmentos siguen ahí, siguen su curso en un rara historia macondiana.

Tenía tantas ganas de escribir mi visión de un nuevo 7 de diciembre, fiesta que da inicio a la navidad de manera formal, pero es un 7 de diciembre extraño pues después de 5 navidades por fuera, Living la vida en BarceloCa, sin vivir estas fechas por acá por Colombia -con su sabor, con su alegría, con su cotidianidad- me siento más que raro…

De hecho son más las 6 de la tarde y sigo trabajando apenas voy saliendo pa’ mi casa, mientras media Barranquilla, media Colombia, ya está desconectada pensando en los traqui, traqui, las chispitas mariposas, las velas, los faroles, la cena especial, las aguilas y el roncito.

No estoy inspirado pero creo que esta fecha es tan importante para mí -por poder compartirla nuevamente con gente cercana, querida y sobre por poder hacerlo en mi propio patio- que debo escribir algo al respecto.

Y aunque no pude ir a La samaria a pasarlo con mi familia por vainas de trabajo  estaré con amigos y con gente que aprecio, en Curramba, en Quilla, en La Arenosa, como dijo Turint, el mejor lugar para estar vivo un 7 de diciembre…

Que carajos, hoy estoy de nuevo acá, me dedicaré a gozarlo, a bailarlo y a decir con todos mañana en la madrugada

Que linda la fiesta es
en un 8 de diciembre (bis)

Al sonar del Traqui traqui
que sabroso amanecer

Con ese ambiente prendido
me dan ganas de beber

La pascua que se avecina
anuncia la navidad

Un día cualquiera…

Luces, cámara, acción, vuelve la burra al trigo… un nuevo día acaba de comenzar.

Es una de esas mañanas cualquieras, en una calle cualquiera, en Barranquilla, Colombia, Suramérica, la tierra, el sistema solar.

Pasa el del periódico y grita El Heraldo, El Heraldo, mientras chifla de una manera particular, el abanico no para de moverse mientras por la ventana entra la famosa brisa decembrina y en la radio se oye aquí suenaaaaa… En la cocina suena una licuadora, en la sala se cae una foto que dice “all you need is…” que adorna la pared como una especie de homenaje a 12 mil km y en el último cuarto, algo, alguien, ronca, profundo mientras sueña, decide, sopesa, si se queda con la rubia o con la morena.

En el 3er piso se oye un grito, la puerta no deja ver si es resultado de un polvo mañanero o de una tristeza cotidiana. El portero saluda, se despide con gran deferencia, ¿será real o fingido su no solicitado servilismo? Ni manera de saberlo. La calle es una selva de cemento, la ciudad nos vuelve salvajes.

El taxista se ríe en cada semáforo, los chistes están a flor de piel y escuchar la radio local tan plena de humor barato y popular lo hace menos complicado aun.

Empieza la vida real y la virtual al mismo tiempo. Desconectas la alarma, te sientas frente al computador y empiezas a digitar: informes, correos, frases de 140 caracteres, saludos, despedidas, ideas, proyectos, clases, el día se convierte en una espiral de letras y palabras que de una forma u otra nos hacen quienes somos.

El día pasa en una mezcla de afanes y lentitudes, te encuentras egos y te tropiezas grandezas, se estrellan ideales y se joden necios sin criterio, no es la idea, todo debe fluir, la vida no es complicada los complicados somos los seres humanos.

Se acaba el día, caminar por las calles nocturnas de una ciudad cualquiera, de un país cualquiera, con unos grillos cualquiera a nuestro lado suele ser una experiencia simple, cercana y sin ningún color ni sabor, es unir pasos hasta llegar de vuelta y vuelta, aterrizas, alunizas en tu luna, en tu satélite personal y ahí termina todo.

Hacemos tantas cosas iguales cada día, tantas rutinas repetidas que al final un dia cualquiera se parece a otro día cualquiera, sin importar forma ni fondo sin importar nada de nada. Afortunadamente cambiar cualquier mínimo detalle de esta narración diaria es contar una nueva historia y es lo que trato de hacer cada día.

Es simple, es mínimo, es lo que ocurre un día cualquiera, en una mente cualquiera, de una persona cualquiera…