Category Archives: Rollos mentales

Y si soy sólo yo????

-+- A veces me provoca ser así, ir por la vida brincando sobre los demás sin importarme nada, al fin y al cabo mira a este juanito y perencejito, les va del carajo y son tremendo par de hipocritas.

-*- No creo que esa sea la opción, al fin y al cabo a esas personas la vida se encargara de mostrarle sus errores.

-+-si, pero ahora están del carajo y se encargan de ir por la vida como si nada, jodiendo a todos en beneficio de ellos; lo que es peor es que la mayoría de la gente los percibe como si fueran unas personas super amables, emprendedoras y gentiles.

-*- si, pero lo importante es que tu sabes quienes y como son y que no te dejes meter en la misma espiral de comportamiento.

-+- ya, pero es que mientras tanto ellos están dándose su buena vida y uno ahí peleándola sin esa ventaja…

Si, seguro alguno de uds. los conoce, son esos personajes que a costa de encanto y labia se ganan a raimundo y todo el mundo y van pasando asi de ser pobres arrastrados a personas con reconocimiento y poder. A quién se llevan por delante en sa loca carrera no es su problema.

Esta es una conversación de la vida real y surgió a partir del encuentro (y respectivo saludo zalamero por parte de el) con una persona que no inspira ni un buen comentario, es que a decir verdad no me convencen de a mucho los argumentos de mi interlocutora de pena eterna en los infiernos y no en la tierra para aquellos que se dedican a escalar en la vida a costa de los demás…

Se que ese tipo de comportamientos surgen de una sociedad como la colombiana en la que el chip de la malicia indígena es latente y que siempre estamos viendo como quedar en una mejor situación que el otro a como de lugar.

Pero una cosa es la malicia indígena y otra ir atropellando a lo que se ponga al frente, esta es una de las razones por las que no estoy de acuerdo en que paguen sus pecados “por la fuerza del tiempo” porque lo que se hace acá se debería “pagar” acá; se que suena bastante revanchista esta actitud pero más rabia me da que llegue a pasar por mi mente siquiera la posibilidad de emular esos comportamientos.

Porque para bien o para mal uno ha escogido otros caminos, otras formas de ser y hacer y escoge ser sincero y frentero (lo cual muchas muchas veces trae mas bien problemas) pero así van las cosas…

sólo una duda da vueltas por mi cabeza, a veces no estoy seguro si soy sólo yo el que ve como son ese tipo de personas en realidad o es que todo el mundo lo sabe pero no les importa…

¿Que creen uds?

Offside
Estoy tomando impulso, viene un tremendo salto, tremendísimo, pero como siempre será para mejor…mucho mejor.

Por cierto ya está al aire el último video del Vlog Internacional; esta vez todos los integrantes mostramos nuestros mecatos favoritos.
ver video grupo A —– ver video Grupo B

El poder de una mirada

Era muy temprano, madrugada tal vez, abrió los ojos, más bien intento abrirlos, pero no pudo. El desconcierto inicial se volvió desespero y después impotencia.

A tientas se dirigió al espejo, buscó con su mirada aquel rostro que había visto los últimos 52 años y no lo encontró, sólo pudo observar una mancha borrosa que parpadeaba cual interferencias en un viejo televisor.

A partir de ese momento le tocó enfrentarse al mundo sin la fuerza de su mirada, aquella mirada que le había valido toda suerte de prebendas: oro, plata y miel pasaron por sus manos a costa de la mirada más deseada del reino.

Ahora pasa las tardes mirando lejos, mirando es un decir, intentando mirar en la distancia todos aquellos fragmentos de la vida que le pasaron al frente y que simplemente dejo pasar. y le toca imaginar, imaginar, imaginar…

Que poder tiene una mirada que cambia la vida en un segundo.

Offside
Llegó el verano y con el grandes cambios, listo para enfrentarlos sin temor y con energía.

Glendora Buscándola…

Esperaba el metro y la vió. La mujer soñada, la princesa de su cuento de hadas, estaba en la otra acera, dos carriles lo separaban de ella. La miró una y otra vez, buscó su mirada y no la encontraba, esperaba que ella lo mirara para que sintiera la misma sensación de encontrar a su galán prometido. Pero ella no lo miró. Llegaron sus trenes y no pudo verla más.

Apenas llegó a casa buscó sus apuntes, los leyó una y otra vez y vió entre extrañado y emocionado como aquella fugaz figura del metro era idéntica al personaje principal de su novela, esa fantástica novela que llevaba 3 años escribiendo y que no había podido terminar porque no encontraba la inspiración, no encontraba a la musa que le llevara de la mano hasta el fin de aquella historia.

Desde ese día no pudo dormir más, sólo se dedicó a escribir en su vieja maquina todas las ideas que le venian por cuenta de su nueva musa. A partir de ahí el cafe, los cigarrillos aplastados y mucha basura hacian parte de la decoración de su habitación. Pero su musa no era completa, el no haber podido hablar con ella le dejaba cierto vacio interior, en su mente volaban pensamientos que plasmaba en el papel pero ninguno le convencia, no lograba hallarle la forma correcta a su obra. Volvía a estar nuevamente perdido pero ahora era peor porque sabía que en algún lugar de la gran ciudad estaba esperando por el la protagonista de sus inspiradas palabras.

Un día se levantó muy temprano, se afeitó la incipiente barba, se lavó, desayunó en exceso y salió en su busqueda, no sabía por donde empezar por eso empezó en donde la vió por primera y única vez: en su anden del Metro, dejo pasar uno tras otro trenes y trenes, escudriñó entre la multitud de ejecutivos, estudiantes y amas de casa en busca de ella pero no la encontró, soporto pisotones, el mal olor de la masa, aguantó hambre y el frio de diciembre le caló en los huesos, pero testarudo como era se mantuvo esperando.

Después de todo el día de vigilia se desplomó agotado en el anden y empezó a pensar en que tanto valía la pena esta espera, se preguntó si era algo real o si sólo había sido un espejismo inventado por el para escapar del patetismo de su propia incapacidad de terminar la novela y poder culpar a algo o alguien más.

Se levantó a paso decidido listo para abandonar la estación y en ese momento apareció ella, el no podía creer que la veía y menos podía creer que le jugara la mala pasada de estar nuevamente en el otro anden; desesperado no entendía el porqué de ese cambio de anden, no sabía que hacer pero tenía claro que esta vez no la dejaría escapar.

Empezó a correr en dirección a ella, dió un gran salto hacia los rieles del tren, casi cae al suelo pero mantuvo el equilibrio, en ese momento el tiempo real, su tiempo real, se detuvo, de fondo escuchaba muchas voces que gritaban, el ruido de un tren cercano empezaba a dejarlo sordo pero sobre todo la voz de su musa le llegó como un tijeretazo de la realidad: “este es el final que necesitaba tu novela” le dijo gritando, el la miraba sin entender pero en ese momento, mientras las luces del tren que se acercaba a toda marcha lo cegaban, frente a sus ojos pasaron en cámara rápida no sus recuerdos personales sino la historia completa que estaba escribiendo… la siguiente imagen fue la cercana luz del tren y todo acabó.

Simple, ella le cambió el final de la historia porque en su historia era ella la que moria.

Se cierra un ciclo…

Igual cuesta creerlo, pero pasa el tiempo y te vas acostumbrando a compartir el espacio y cada jornada con gente que esta años luz de ser aquellos con quienes esperarías compartir momentos específicos de tu vida. Descubres gente de gran talento, gente con intereses comunes, que
te hacen reir, con las que comes o tomas un café, con las que te fumas un cigarrillo o te tomas unas cervezas, gente a la que les cuentas tus alegrías, tu penas y tus dudas (o al menos parte de ellas).

Y aunque haya algunos con los que no te relaciones y otros con los que lo hagas más, aunque algunos sean más y otros menos locos, cada uno con sus fobias y sus filias son, al fin y al cabo, gente de gran calidad y que poco a poco se ganaron un lugar dentro de la lista…

En fin, que es una tarde de despedidas: besos van y besos vienen, muestras de cariño que se dan porque te vas y porque te quedas, gente con la que nunca cruzaste palabras se despiden hoy con gran entusiasmo, alguno trajo chocolates y otra trajo galletas para ponerle dulce al adiós, hoy al final de la jornada nos tomaremos una(s) cerveza (s) y con la lengua caliente saldrán recuerdos, anécdotas, chismes, odios, amores y desamores; nadie se despide de nadie más bien todos nos
despedimos de todos porque es un día de despedidas múltiples, esperando eso si que si nos encontramos de nuevo en el camino sea para tomar algo, para un día de playa o para una noche de fiesta y no para conversar de lo que hemos conversado el ultimo año y medio… de trabajo…

Offside
Se veía venir, lo mejor es que no me ha dado tiempo ni de pensar en lo más mínimo porque se cerró esta puerta y enseguida se abrieron no dos sino tres ventanas… gracias Jackie por la estrella.

Unas de cal y otras de… Cal

El domingo de la semana pasada venía en un bus después de un par de descansadas jornadas de ocio, playa, brisa y mar deseoso de llegar a casa y con el cansancio dibujado en la cara cuando en una de las paradas se montó una marabunta de gente; sus modales desenfadados, el impresionante escándalo y su marcado acento los delataron enseguida: Eran colombianos.

En España el colectivo colombiano es -con más de 400 mil compatriotas- el cuarto colectivo de inmigrantes (que desagradable me suena a mi esa palabra) más grande sólo superado por los
ecuatorianos, los marroquíes y alguno otro que se me escapa de la memoria; por lo tanto no es nada resaltable que en un autobús vayan varios de ellos, es más, muchas veces entrando en una tienda, llamando a una oficina o tropezándome por la calle he (y me han) preguntado ¿de donde eres?, signo inequívoco de que algo en el acento, alguna palabra dicha o incluso alguna pieza de la indumentaria me ha (o les ha) indicado que es un compatriota más por estos caminos de Dios.

Insisto, nada de esto es noticia ni merecería un post sino fuera porqueese día ante la invasión del autobús pasaron por mi mente ciertos pensamientos extraños, no es la primera vez que pasan pero si la primera vez que me pongo a pensar en ellos con detenimiento.

Me explico, no es que me crea de mejor familia ni nada por el estilo es más soy de los que voy gritando a los cuatro vientos mi procedencia colombiana (no como un par de conocidos que sé que lo niegan y – triste- casi que se avergüenzan) y evito en lo posible hacer eco a todos aquellos preconceptos que hay de nuestro país, pero hay momentos -como el que narro a continuación- en los que por física pena me toca taparme la manilla con la bandera tricolor que llevo en mi muñeca derecha desde el primer día que aterrizé en el aeropuerto de Barajas.

Y es que en el grupo de colombianos que se montó al autobús iban en un sólo bloque todos los clichés -contra los que tanto peleo- que se puedan imaginar: el borracho que casi no se tenía en pie, la mujer que a voz en cuello -a grito herido más bien- pedía que le dieran el asiento, el gracioso que nunca falta haciendo chistes de doble sentido, la parejita que no podía aguantar las ganas de llegar a follar y que durante todo el trayecto mantuvieron un maniculiteteo de magnitudes épicas, en fin todo tipo de comportamientos que me hicieron tapar una y otra vez la bendita manilla porque tanto mi acompañante como los demás pasajeros del autobús no hacían sino lanzar miradas de reproche y/o desconcierto.

A fin de cuentas lo que piensen o dejen de pensar los de aquí o los de allá me trae sin cuidado. CORRIJO: me traería sin cuidado sino fuera por el hecho de que el que este tipo de gente implante o externalice acá todos esos comportamientos hace que cada vez que yo diga que soy
colombiano me miren de arriba a abajo y empiecen a salir a cuento todas las historias anteriores y todos los preconceptos establecidos por gente que se comporta así o asao o por aquel amigo colombiano que hacía patatin patatan.

No soy yo quien para juzgar el comportamiento de nadie y es que si hay gente que decide llevar a cabo el ciclo migratorio haciendo un Copy- Paste de sus costumbres, es decir copiando los comportamientos de su país de origen y pegándolos a donde llegan por mi está bien pero que no
le jodan el caminado a los demás.

Ahhhh y por favor no lleven radios, ruanas ni arroz con pollo a la playa….

En fin, tenía que soltar esta papa caliente sino me quemaba…

Offside
Y lo peor es que acá en España nos critican por esos pero poco les importan aquellos colombianos que mueren defendiendo su bandera D.E.P

Humildad

Desde su escondrijo en una transitada esquina veía pasar cada día mil y un pies, pies anonimos que una y otra vez las despreciaban.

Su voz siempre emitía un débil sónido que imploraba por una ayuda y la respuesta de todos esos anónimos era la misma, una negativa acompañada de cierta dosis de desprecio.

– Algún día se darán cuenta de su error, pensó…

Al final de la tarde -como todos los días- se levantó, se puso sus verdaderas y elegantes ropas y subió al elegante coche que la esperaba en la esquina siguiente y que la llevaría a su casa en la zona más elegante de Barcelona.

Le gustaba vestirse de pobre para recordar las viejas épocas en las que tenia que mendigar para vivir y ahora que no lo necesita lo hace para mantener su humildad en pie.

Humildad que cada vez más nota que no le hace falta sólo a ella sino a todos los que siguen mirando de frente sin pensar en los demás.

Gente extraña hay en todas partes. ¿o somos nosotros los extraños?