Una cierta mirada (2)

Cuantas veces nos es imposible diseccionar lo real de la ficción. La vida terrenal de la vida soñada.

Caminamos, trotamos y corremos, el semáforo se pone en rojo, verde y amarillo, cruzamos sin mirar a los lados, sin pararle bolas a las señales, sin imaginar que más adelante hay una historia…

Hay miradas que se dan de manera casual, otras seguro las estamos buscando. Parlantes que nos pintan el futuro, gente que le cuenta sus penas a un poste, regaños con palabras nada sutiles, gente que cruza cebras imaginarias,  caras pintadas con ojos tristes…

No hay jerarquía, no hay selección. Sólo un mundo de distribuciones nómadas y anarquías coronadas. Bajo la caverna existe un subsuelo aún más vasto por explorar.J. Pascual.

 penas     no sea hijo prodigoel parlante de la suerte                                            Sellos     se vende Cruzando  caras

4 thoughts on “Una cierta mirada (2)”

  1. Cheverisima nuestra cotidianidad (casi no doy con la palabra) Costeña….tantas veces la vemos, pasamos por ella todos los días y pocas veces nos detenemos a observar un poco mas de lo que pasa mas allá de nuestro propio día día….

  2. La gente que anda en su propio carro va en una burbuja irreal que le permite evitar y al tiempo privarse de ver mucha mierda. Mala y buena, respectivamente, sin embargo, más de lo bueno y real. Esta gente no entiende nada de nada y son los pendejos con facultades para dirigir el país.

    La gente que anda a pie o en bicicleta vive más conectada con la realidad, y si lo intenta, puede encontrarle la belleza a las cosas. Menos a la mierda que no recogen los hdps dueños de perros mineteros, o las hdps viejas gordas hdps como diría Stultaviro.

    La gente que anda en bus merece toda la compasión, porque lo peor de ser pobre en Colombia no es aguantar hambre sino, tener que ser usuario del transporte público y mirar el mundo con ganas de bajarse de él.

    Lo mejor es andar en moto, más no en una sopla-cucas con radiola, sino en una moto bien perra ruidosa y veloz, que dé miedo, que crean que uno es traqueto y le abran campo y las gasolineras miren todas. En ese caso los que no dejan que esas miradas se disfruten son los tombos con su mirada envidiosa y saca-mordidas, garantizan una requisa cada tres cuadras.

  3. Muy bacanas tus “ciertas miradas”, me gustó mucho el manejo del color que le diste a las fotos.
    Vos como siempre teniendo algo para contar y contándolo, no como otros que nos lamentamos de no hacerlo porque la rutina nos traga, nos absorbe y nos vuelve mierda, y así ya no hay motivación ni alientos para hacer todo lo que quisiéramos, ni siquiera para sacar el tiempito que seguramente de algún lugar saldría.

  4. Claudia… ese es el gran problema, vamos tan inmersos en nuestros ipods, celulares, libros y pensamientos que no nos detenemos a mirar todo ese gran espacio de cosas, gente, lugares y realidades que nos rodean…

    Chandaxi… acá en Col. andamos en nuestra propia burbuja todos, andemos en moto, bus taxi, burbuja (de la de motor) o hasta en burro. Es una cuestión mas bien mental, nadie quiere saber nada de nada ni de nadie.

    Albornoz… créeme que a todos nos traga la rutina pero bueno de alguna manera hay que salirse de ella, la mía como te das cuenta es tomar fotos, hacer videos, escribir, mejor dicho mantener la mente en un estado constante de locura creativa que no me permita volverme loco de verdad verdad….

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