Corto arbustos, doy clases de salsa, pago herencias, pinto lunas llenas, transcribo sueños, leo libros al revés, creo letanías, me invento rimas…
Tantas cosas aprendidas, tantas materias de experiencia, tantas horas dedicadas…
Como dijeron por ahí, ni una semana en medallo y ya ando de culebrero…